Las plantas son seres vivos fascinantes que, a pesar de su apariencia a veces simple, su presencia incide en nuestro planeta. Generalmente de color verde y adaptadas a diversos entornos, una de sus características más sorprendentes es su habilidad para producir su propia energía sin necesidad de alimentarse de otros seres vivos. ¿Cómo lo logran? A través de un proceso increíblemente importante llamado fotosíntesis.
El proceso de fotosíntesis
La fotosíntesis es un proceso exclusivo de las plantas, realizado en células especiales llamadas cloroplastos, que contienen una sustancia verde llamada clorofila. Esta clorofila es esencial porque permite a las plantas capturar la energía del sol. Además, las plantas absorben agua, sales minerales del suelo y dióxido de carbono del aire. Con todos estos elementos, las plantas producen materia orgánica, que es su alimento, y liberan oxígeno como un subproducto de este proceso.
La importancia del oxígeno
Otra función relevante sobre las plantas es que, durante la fotosíntesis, liberan oxígeno a la atmósfera. Este oxígeno es vital para la supervivencia de todos los seres vivos en la Tierra, incluidos los humanos. Sin el oxígeno que las plantas generan, la vida tal como la conocemos no sería posible.